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Necratos-Vidios!


sábado, 21 de julio de 2012

Amor Indomable. Capítulo 11.


Capítulo 11.



-Si, y para esta tarde quiero que esté todo listo- decía Tsunade.

-Entendido Tsunade-sama- dijeron los trabajadores frente a ella.

-Si, y también—

-Buenos días Tsunade-sama- dijo Sasuke entrando a la cocina sorprendiendo a la mujer al verle tan temprano por la cocina.

-Buenos días Señorito- dijeron los trabajadores dando una reverencia con la cabeza.

-Si, buenos días- les saludó a todos.

-¿Sasuke?- preguntó la mujer.

-¿Has visto a Naruto?- preguntó y la mujer se extrañó un poco.

-Chicos, por favor retírense- pidió la mujer y todos dieron una reverencia y se retiraron.

-Si, es que vengo de su habitación y no le encontré allí, y como es tan temprano pensé que todavía estaría durmiendo- decía algo preocupado.

-Bueno, la verdad es que a mí también me sorprendió cuando lo vi ensillando su caballo hace una hora y saliendo rumbo al huerto- le dijo la mujer.

-¿Eh? ¿Al huerto?-

-Hai, me dijo que iría a dar un paseo-

-…-

-Por cierto Sasuke-kun ¿qué pasó ayer?- preguntó interesada.

-¿Uh? ¿Qué pasó de qué?-

-Oh vamos Sasuke-kun, no te hagas el tonto que no te queda, ayer Naruto llegó hecho una furia y entró a su cuarto azotando la puerta gritando que eras un estúpido y demás- le dijo.

-…-

-Así que… ¿qué pasó ayer?- preguntó cruzándose de brazos.

-Uff… ¿fue luego de que llegué con Sakura?- la mujer asintió. –uff, un malentendido, un GRAN malentendido- dijo con pesar para luego pasar su mano por su cara con pesadez.

-Bueno, espero que lo arregles pronto, porque no quiero tener que estar lidiando con su raro mal humor, ya suficiente tengo con aguantar el tuyo y los disparateces de Sakura como para también agregarle lo de Naruto, así que si no quieres que me meta te imploro que lo arregles lo antes posible ¿entendido?- preguntó severa.

-Hai, hoy mismo lo arreglaré, así que descuida-

-Bueno, eso espero- dijo y sin más salió de la cocina.

-Uff, dobe- se masajeó un poco la sien y emprendió su marchar hasta el establo.



******



-Buenos días Sasuke-sama- saludó uno de los trabajadores.

-Buenos días Jhon, por cierto ¿Naruto… no ha vuelto?- preguntó interesado.

-¿Eh? No, Naruto dijo que volvería tarde, y creo que iba a cortar leña porque se llevó el hacha- dijo señalando el lugar donde iba el hacha dentro del establo.

-¿Eh?-

-Si, yo tampoco entendí mucho-

-…Umm… ya veo ¿puedes prepararme mi caballo?-

-Hai, en unos minutos estará listo señorito- dijo el joven y se puso a ensillar el caballo y a los pocos minutos. –acá tiene Sasuke-sama- le entregó las riendas.

-Gracias- las tomó y salió con el caballo por el pórtico y una vez fuera del establo montó al caballo y a trote fue rumbo al huerto, y mientras se marchaba, de una de las ventanas de las habitaciones del segundo piso, Sasuke había sido observado por cierta chica de cabellos rosados que luego de verle marchar cerró las cortinas.



******



Al rato de haber partido y disfrutar un poco del aroma y la brisa matutina, había llegado al huerto, donde una vez allí no vio por ningún lado al rubio.



-Uff,  ¿dónde se habrá metido este dobe?- se preguntó con fastidio bajándose del caballo, quien levantó sus orejas y las movió en una dirección girando un poco su cabeza hacia esta dirección, mientras Sasuke se acercaba al pequeño cobertizo a revisar si Naruto no estaba allí adentro, pero al ver que no había nadie regresó con su caballo, al cual vio que no dejaba de mirar en cierta dirección y sus orejas no dejaban de moverse. -¿Qué pasa Altai? ¿Escuchas algo?- y el caballo sintió y con uno de sus cascos golpeó suavemente la tierra para indicarle que si. –bueno, vamos a ver- y le tomó por las riendas para guiarle, y en eso escucha el sonido de un hacha clavándose en la madera.



Y al caminar unos metros más ve a un caballo.



-Ese es cometa- decía viendo como el caballo estaba de lo más tranquilo comiendo de la hierba, y en lo que sintió sus pasos le levantó a ver por unos segundos y luego siguió comiendo.



En eso Sasuke deja a Altai junto a Cometa y se acerca más hasta donde proviene el sonido, y todavía quedándose cerca de un árbol para mantener el camuflaje pudo ver como un fuerte Naruto cortaba los troncos de unos árboles que nacían cerca de esa vieja pista de salto que él había construido hace mucho tiempo con su hermano, ya hasta se le había olvidado que estaba allí.



Y ver al rubio allí, sin camisa con su cuerpo húmedo por el sudor y secando el sudor con el guante en su mano derecha mientras la otra permanecía sujetando el hacha, era una escena sinceramente exquisita, y más viendo ese delineado y trabajado torso por el cual corrían gotas de sudor hasta perderse en el borde de esos jeans, lo que de verdad le parecía muy seductor y de cierta forma estaba empezando a encenderle, cuando el crujido de unas ramas y el relinchido de los caballos le hizo regresar a la realidad ocultándose tras el árbol en el que estaba parado, para así no ser descubierto y poder seguir disfrutando de esa escena por un poco más de tiempo.



Pero rara fue su sorpresa cuando el rubio ni lo sintió, así que regresó a verle de nuevo y ahora notó el pequeño Ipoh que el rubio cargaba entre sus manos, tal vez cambiando la canción que escuchaba, para luego empezar a mover la cabeza al ritmo de la música y guardar de nueva cuenta el aparatito dentro del bolsillo de su pantalón, lo que hizo que Sasuke riera un poco al ver como de entretenido estaba el rubio, pensando que nadie lo veía que hasta empezó a imaginar que el hacha era alguna especie de guitarra y estuviese tocando en algún tipo concierto.



Sasuke estuvo un rato observando entre las sombras al rubio, descubriendo una nueva faceta de este, lo varonil que se veía cortando la madera, descargando quizás y era lo más probable: su ira, donde pensara que su cabeza era ese pesado de madera para darle con tanta fuerza, una energía intensa desahogando sus frustraciones en cada corte que le producía a los troncos esos; pero no le importaba, la verdad en lo que fuese que estuviese pensando el rubio le tenía sin mayor cuidado, él solo estaba completamente embobado y embelesado, prácticamente hipnotizado en ese cuerpo de piel canela que se mostraba ante él, hasta que un sonidito salido del infierno vino a cortarle la inspiración.



Si, el sonidito de su teléfono empezó a sonar causándole gran estrés a Sasuke ya que no lograba sacarlo de su pantalón para poder contestarlo.



-¿Si? Sasuke al habla- fue lo primero que dijo al contestar sin dejar de fijarse en el cuerpo del rubio que ahora desquitaba su ira contra otro pedazo de madera.

-Ohh, Sasuke-kun, buenos días ¿no me digas que amanecimos de mal humor desde tan de mañana?-

-Ja-ja, muy chistosito Kakashi, de todas formas ¿qué quieres?- se escondió nuevamente tras el árbol al ver que el rubio se había acercado un poco para coger un poco de agua.

-Bueno, que te llamaba para decirte que tengo varios minutos en tú casa y tú quien sabe donde coños buceándote quizás a cierto rubito por allí-

-Cosf- se ahogó un poco.

-Jejeje, parece que le atiné-

-Tsk, solo cállate Kakashi ¿y que es tan importante?-

-Bueno, si consideras importante las cosas que me pediste hacerte pues diría que si es importante-

-….- volteó su mirada hasta el rubio que parecía embelesado nuevamente en cortar ese tronco. –uff, ok, estaré allí en 15 min a más tardar- le dijo para luego colgar y suspirar pesadamente, tendría que despegar su vista de ese regalo de Dios para poder regresar a su calvario que tenía por vida e ir a terminar esos estúpidos papeles de los traspasos de la casa, así que le dio una última miradita al rubio y sonrió para luego acercarse hasta donde estaba su caballo y montarse para emprender la partida.



******



Volteó a ver hasta donde se supone que estaba su caballo al escuchar un galope, así que se quitó los audífonos de los cuales se podía escuchar la canción que estaba empezando con toda claridad, y dejando el hacha en el suelo se quitó los guantes para acercarse a su caballo y verlo comer plácidamente de la hierba.



-A lo mejor fue mi imaginación- se decía a sí mismo viendo a su alrededor y acariciando la crin de su caballo. –hump, ya debo estar alucinando cosas- y diciendo esto se volvió a colocar los audífonos para regresar al trabajo.



******



Sasuke había llegado a la casa y había dejado su caballo cerca de la puerta.



-¿Quiere que guarde a Altai señorito?- preguntó uno de los trabajadores.

-¿Eh? No, volveré a salir en un momento, así que solo dale de beber- fue lo que dijo para entrar a la casa.

-Como diga señor-



******



-Vaya, vaya, vaya, miren a quien tenemos acá ¿ah?- decía Kakashi sentado frente a una de las sillas del escritorio.

-Tsk, solo cállate Kakashi- se quitó el sombrero y lo dejó sobre la mesa sentándose tras el escritorio.

-Oh, qué te estuvieras violando al rubito ese no tiene nada que ver conmigo- dijo con burla.

-Hump ¿quién se lo estaba violando ah?- preguntó con molestia.

-¿Ah no? ¿y que hacías para estar de tan mal humor por mi interrupción ah?-

-…

-¿Y bien?- preguntó con algo de arrogancia.

-Hump, digamos que solo estaba “cuidando” y “velando” porque no se fuera a hacer daño cortando la leña- decía con una sonrisa “made in Uchiha” por todos lados mientras se recostaba levemente en el espaldar reclinable de la silla cruzado de brazos.

-Ohh- se le espelucó el cuerpo. –seeh, ya me lo imagino hump, pobre de él- dijo con burla y Sasuke solo rodeó los ojos.

-De todas formas- se enderezó. –yendo directo al grano- apoyó sus codos en la mesa y unió sus manos mirando directamente al mayor. -¿ya terminaste con el documento?- preguntó interesado.

-Hai- dijo para luego tomar un portafolio al lado de él y abrirlo sacando así unos documentos de allí. –estos son los documentos- se los colocó en la mesa. –solo tienes que revisarlos y si quieres hacer un cambio me dices para ya luego mandarlo a registrar en la notaria.

-Umm, ok- tomó los documentos esos en sus manos. –esta misma noche los leeré y te daré una respuesta para mañana para que introduzcas los documentos.- decía guardando los papeles en una carpeta.

-Oh ¿esta noche? ¿y ahora que se supone que piensas hacer?- preguntó con interés viendo como el chico frente a él se iba levantando.

-Hump- sonrió. –bueno, seguir cuidando que el dobe no se meta en muchos problemas- dijo con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios.

-…

-¿Alguna queja por ello?- preguntó con arrogancia.

-Nop, para nada- se levantó de su asiento tomando su portafolio. –tú puedes hacer lo que quieras mientras no rompas ninguna ley, por ejemplo la de acoso sexual, o la de algún extraño juicio por una muerte premeditada o asesinato premeditado que ocurra en esta finca- el azabache solo sonrió un poco y rodeó los ojos negando levemente con la cabeza. –siempre y cuando no involucre ninguna demanda estaremos bien- le sonrió con su ojito feliz.

-Hump, no te preocupes, si eso llegara a suceder te avisaría antes para que estés preparado- le dijo con burla acompañando al mayor que se acercaba a la puerta.

-Hump, cuando dices esas cosas de esa manera solo me da más miedo de lo que puedas hacer- abrió la puerta. –te lo advierto, nada de asesinatos premeditados o “accidentales” ¿estamos?- le aclaró y el menor solo rio un poco. –y bueno, entonces estaré esperando tu llamada para proseguir con la introducción de los documentos en notaría. Nos vemos- y se acercó a la puerta de salida mientras que Sasuke se quedaba viéndole marchar y luego finalmente emprender con rapidez su partida hasta cierto lugar donde esperaría volver a encontrar a su sexy rubio, pero antes de eso tendría que pasar por un lugar.



******



Naruto ya llevaba gran parte del terreno limpio para cuando se hizo la hora del almuerzo, hora, que debido a que no había llevado comida ya que pensó que estaría de regreso para esa hora a la casa, pues solo se echó a la sombra de uno de los árboles contemplando el pasar de las nubes y con sus pensamientos realmente alejados de ese lugar meditando sobre lo que había visto el día anterior entre Sakura y Sasuke ¿de verdad se podría ser tan estúpido como para creer que Sakura, su exesposa y futura madre de su hijo sería un simple conflicto que no llegaría a más? ¿Cuándo había dejado de pensar que ella era la persona que Sasuke amaba antes? Y aún más importante, ¿Cuándo había empezado a pensar que el estaría por encima de esa mujer y de esa criatura que nacía en el vientre de la misma? ¿de verdad se podía ser tan iluso para creer eso?



-Hump- bufó para sí esta vez enfocando la mirada al frente y luego retraer sus piernas cruzando sus brazos sobre sus rodillas y terminar apoyando su barbilla en sus brazos enfocando la vista al vacío.



De verdad ¿en qué estaba pensando cuando creyó que Sasuke dejaría todo solo por estar con él?, era tan absurdo y a la vez algo tan deseado que solo era eso, un deseo, un anhelo que el deseaba se hiciera realidad, pero ahora Sasuke había regresado con su exmujer, y él tendría que seguir adelante. Entonces solo suspiró y se levantó del suelo para volver a agarrar el hacha y terminar de cortar los últimos troncos que estaban cerca de la última grilla.



¿Sasuke realmente le amó?, fue la primera pregunta que le volvió a rondar la mente luego de empezar a cortar el tronco ¿no era que se había divorciado de la mujer esa para poder estar con él?, si era así ¿por qué la besó? ¿y por qué simplemente no trató de excusarse y solo la siguió dentro de la casa ignorándole completamente como si no le hubiese visto? ¿tan insignificante era ante esa mujer? ¿tan… inferior? ¿por qué cuando creyó que podría ser feliz todo se tenía que derrumbar? ¿por qué? ¿por qué tenía que haberse enamorado tan rotunda y estúpidamente de alguien como Sasuke ah?, hubiese sido mil veces mucho más fácil enamorarse del pervertido de Sai, que lo único que podría hacerle sería meterle en su camino de perversiones, del cual, si lo pensaba bien, Sasuke no estaba muy lejos, solo  que él era más dulce y más calmado, y mucho menos molesto que Sai, además de que… ¿otra vez estaba pensando en Sasuke?



-Uff- suspiró con pesadez al darse cuenta de que no paraba de pensar en él, y ahora viendo y regresando al lugar donde se encontraba su cuerpo, notó que ya todo estaba listo, la pista estaba completamente terminada y limpia, quizás algunas barras estaban caídas, pero eso era lo de menos, siempre y cuando estuviera limpio el resto sería pan comido. –yoch- se dijo estirando su cuerpo para quitarse un poco la pereza y terminar dejando el hacha en algún lugar seguro fuera de la pista para ahora sí ponerse la camisa y acercarse a su caballo llevándolo hasta la pista, donde una vez allí lo montó y comenzó con un suave galope para coger velocidad y acercarse al primer montículo.



Sasuke por su parte había llegado en el momento en que Naruto estaba acercándose al primer montículo y ver con claridad como el caballo había relinchado al llegar al montículo negándose a saltar haciendo que Naruto perdiera el equilibrio y callera de bruces al suelo haciendo que por consiguiente los ojos de un preocupado Sasuke al verle caer se abrieran como platos y por impulso se bajó con rapidez del caballo para acercarse al rubio, pero al ver que este estaba bien y se iba incorporando con total tranquilidad solo se detuvo en seco pegándose a uno de los árboles



Y quedándose así sus nervios estaban a punto de romperse al ver como vez tras vez, tras vez Naruto caía al suelo porque el caballo o se negaba a saltar o empezaba a relinchar como loco, sinceramente que era peor ¿Qué Naruto siguiera insistiendo con un caballo que en las condiciones que estaba jamás saltaría por más que lo intentase? O ¿Qué se callera tantas veces y su corazón se le saliera por la boca cada vez que el rubio se caía? ¿sinceramente que era peor?



En eso, quizás por décima quinta u octava vez, Naruto cae al suelo y en lo que se va a levantar vuelve a caer al suelo mientras el caballo se aleja un poco, sin poder alejarse más por la barda.



-¡Naruto!- gritó horrorizado al ver que Naruto esta vez se había quedado en el suelo y no se quería mover, lo que de verdad le hizo pensar la peor, así que se le acercó corriendo. -¡Oe! ¡Naruto!- se tiró con rapidez a un lado del rubio. -¡Naruto! ¿¡estás bien!?- preguntó preocupado tratando de moverle por el hombro y en eso el rubio le abre los ojos y le mira con cara de pocos amigos.

-¿Qué haces acá teme?- preguntó molesto incorporándose lentamente sobándose un poco la cabeza.

-¡Dios! Dobe, me diste un gran susto- dijo ahora respirando más calmadamente.

-Tsk, solo cállate- dijo molesto para luego levantarse algo tambaleante y sacudirse un poco la ropa.

-¿De verdad estas bien?- le fue a tocar.

-¡Suéltame!- se quejó mucho más molesto repeliendo por completo el toque del mayor haciendo que este se sorprendiera por ese acto tan brusco. -¡no quiero que vuelvas a poner un mísero dedo encima de mí más nunca!- gritó molesto para luego acercarse hasta donde estaba su caballo.

-…

-Anda a poner tus manos en algún o mejor dicho, alguien muuuy lejos de mí y a mí me dejas en paz- se quejaba cogiendo las riendas de su caballo.

-Uff- suspiró con pesadez, ya se imaginaba porqué ese comportamiento tan hostil. –oe dobe-

-¡No me llames así!- dijo mucho más molesto.

-Ok, no te digo así- dijo conservando la calma ya que ese comportamiento en el rubio era su culpa. –pero quiero que me escuches, tenemos que hablar y arreglar las cosas, no soporto la idea de estar lejos de ti- dijo sincero.

-Hamp, por favor, ¿y tú piensas que yo me voy a creer eso no?- se montó en su caballo.

-Aunque no lo creas es la verdad, te quiero, te extraño, me haces falta, te necesito más que a cualquier otra cosa o que a nadie en este mundo-

-…- ignoró al azabache y comenzó a galopar lentamente en la pista.

-Naruto, por favor, de verdad créeme, y si estas molesto es por lo de ayer en la tarde cuando veníamos del paseo pues eso— y solo corrió la vista al ver como el caballo se había negado a saltar de nuevo. –dobe, no va a saltar por más que lo intentes- le aclaró preocupado por la condición del caballo. –está demasiado alterado-

-…- no le hizo caso y se volvió a levantar del suelo para acercarse a su caballo haciendo que Sasuke mirara la escena con resignación.

-Dobe, ya déjalo- le dijo pero el rubio le seguía ignorando. –uff, de verdad dobe, escúchame, Cometa no va a saltar y si estas ignorando todo lo que te digo solo por lo de ayer déjame decirte que eres muy infantil ya que estás exigiéndole demasiado al caballo, quien no tiene nada de culpa de que tú estés molesto conmigo por un gran malentendido-

-Hump, malentendido, si, como no- bufó por lo bajo agarrando las riendas de su caballo de nueva cuenta.

-Si, un malentendido, aunque podría parecer lo contrario, ayer en la tarde entre Sakura y yo no pasó nada, ella se mareó al bajarse del caballo y yo solo la sostuve, solo eso- le aclaró.

-Si claro, ¿qué conveniente no?- preguntó molesto acelerando el galope de su caballo. –se mareó y tú la cogiste, y por eso la abrazabas y tenías su cara tan cerca de la tuya ¿no?

-…

-Hamp, ¿acaso me crees tan idiota así?- preguntó molesto acercándose a uno de los montículos pero su caballo se frenó bruscamente antes de llegar a este. -¡aahh!- gritó más colérico aun jalando las riendas del caballo para empezar de nuevo el galope.

-Si, y aunque no lo creas es la verdad, yo no… ¡Ya deja de hacer eso!- gritó colérico de la nada viendo como el caballo ahora si empezaba a estresarse y a perder el control. -¿¡Qué no te das cuenta de que Cometa está estresado!?- preguntó molesto. -¡Joder Dobe! ¡Lo estás lastimando! ¡Tú no eres así!- dijo molesto, aunque mucho más preocupado.

-…Eso… eso no es…- desvió la mirada hacia otro lado.

-…hump ok- asintió sin quererlo hacer y luego enfrentó al chico. –no es mi peo como trates a tú caballo, pero yo no puedo seguir viendo como lo estas maltratando por tú estúpido orgullo y prepotencia, y más que todo por tú molestia conmigo- se acercó a su caballo que estaba a unos cuantos pasos. –sinceramente no puedo verlo- se montó a su caballo. –de verdad no puedo creer que por tú estúpida molestia estés tratando así a tú caballo, quien solo por ser tú el que le exige lo mismo una y otra vez trata de hacerlo cuando es más que evidente que no quiere hacerlo- tomaba las riendas de su caballo todavía con su enojo a mil y hacía que el caballo diera un vuelta completa debido a que el mismo Altai estaba respondiendo a la tensión del ambiente y trataba de controlarle.

-…

-Así que si tu quieres maltratarlo, bien, ¡hazlo! pero no me pidas que lo siga viendo o que espere que te aplauda si logras saltar ¡ese estúpido montículo!- elevó un poco más la voz.

-…

-Y si de verdad estás tan molesto por lo de ayer en la tarde, por lo menos deberías dejarme explicarme, ya que te estoy diciendo la verdad- el rubio desvió la cara. –y todos los muchachos que estaban en ese momento allí en el establo te lo podrán confirmar, ya que no pasó nada, Sakura solo se mareó y yo la sostuve más nada- decía molesto. –pero si tú no quieres creerme no lo hagas, pero solo recuerda que esta vez fui yo el que quiso hablar y estar dispuesto a que te desahogaras y hasta me destrozaras o hasta me dijeras del mal que me iba a morir, que se yo, lo que quisieras, solo para que arregláramos las cosas porque de verdad te amo y quiero estar contigo, pero tú con tú tonterías solo estas lastimando a tú caballo y es algo que no puedo seguir viendo-

-…

-Así que cuando te dignes a querer escuchar razones o por qué tuve que tomar las decisiones que tomé y estés dispuesto a escucharme, pues bienvenido seas, pero ahora de verdad no quiero permanecer a tú lado, así que cuando hayas enfriado tú cabeza y pienses en lo que le estas haciendo a tú caballo por rabia, pues búscame, yo con mucho gustó te explicaré todo lo que quieras, ahora adiós- dijo seco para jalar las riendas de su caballo quien por esto relinchó y luego emprender la marcha rápidamente alejándose del rubio y su caballo.



En eso Naruto solo se bajó de su caballo viendo por donde se había ido el azabache y luego voltear a ver a su caballo quien estaba con las patas tensas y sus músculos contraídos haciendo que la mirada de Naruto se aguarapara. ¿qué había hecho?



-Lo siento Cometa- dijo con sus labios un poco temblorosos al ver la condición del caballo. –de verdad lo siento- le abrazó fuerte y empezó a sobarle para tratar de calmarle. –de verdad, de verdad lo siento- le acariciaba tratando de calmarle.



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Amor Indomable. Capítulo 10.


Capítulo 10.



Ya todos los trabajadores de la finca se encontraban en la sala esperando a que les dieran sus órdenes. Todos se encontraban muy impacientes y empezaron a murmurar el ¿por qué les habían llamado tan repentinamente?.



Los murmullos y las hipótesis de porqué estaban allí eran cada vez más, y en eso llegan dos rubios y se cuelan en el medio para poder tratar de observar algo.



-¡Silencio!- ordenó Tsunade llegando frente a los trabajadores y estos hicieron inmediatamente silencio. –El señorito Sasuke tiene unas cosas que comunicarles a todos, así que por favor presten atención- en eso del estudio salen Sasuke, Sakura y Kakashi, y estos dos últimos se sentaron en los sillones ante la mirada atenta de todos.

-Uff- suspiró con pesadez y respiró hondo para analizar lo que diría. –bueno, primero que nada buenos días a todos y… la razón de que les convocara a todos es para hacer un anuncio muy importante- decía con pesar. –Sakura- llamó a la chica quien se levantó y se le acercó colocándose así frente a todos. –La señorita—

-Señor—

-Señorita- le corrigió al ver como pensaba presentarse y la chica solo le vio y una sonrisa se formuló en los labios sacando más de sus casillas al azabache. –Haruno- regresó la vista al frente. –a partir de hoy estará viviendo acá en la finca, así que espero y la traten con el respeto debido a los invitados-

-Hump yo no— le azabache le fulminó con la mirada haciendo que la chica se callara. –ok, será como tú digas Sasuke-kun- dijo melosa crispando los nervios del nombrado, y no solo los de Sasuke, sino los de cierto rubio entre la multitud.

-…Además, la señorita Haruno está esperando un hijo y por eso les pediré que sean lo más cordiales y atentos posibles, precisamente por eso encargaré a dos de ustedes el cuidado personal de la señorita Sakura.- todos se quedaron en silencio. –fuera de eso tendrán que obedecer las órdenes que ella les de- la chica sonrió. –siempre y cuando- volteó a ver a la chica porque sabía muy bien que sino lo aclaraba ella tomaría las riendas y haría lo que le diera la gana. –estén autorizadas por mí, o por Tsunade-sama o Jiraya-san, eso en lo que respecta a su trabajo, de resto lo demás seguirá como siempre, así que espero que no ocurra ningún inconveniente en el transcurso de la estadía de la señorita Haruno en esta finca ¿entendido?-

-¡Si señor!- dijeron todos.

-Ok, bueno, entonces pueden regresar a sus labores- ordenó y todos empezaron a dispersarse. –Tenten, Ino- llamó a las dos chicas antes de que estas se fueran.

-¿Si Sasuke-sama?- preguntaron ambas frente al azabache.

-Ustedes dos estarán a cargo de los cuidados de Sakura y estarán al pendiente de sus necesidades con respecto al embarazo-

-…-

-Cualquier cosa le pueden consultar a Tsunade-sama y… si es…. Si de verdad es importante avísenme a mí ¿entendido?-

-Hai- dijeron ambas chicas.

-No quiero que me estén molestando con cualquier niñería que se le ocurra. ¿Entendido Sakura?- preguntó severo volteándole a ver.

-Hai, hai, no te preocupes- le sonrió.

-Bueno- volteó a ver a las chicas. –entonces ustedes dos acompañen a Sakura hasta su habitación y vean que no le falte nada.­-

-Entendido señor- dijeron ambas chicas y dieron una reverencia para acercarse a la pelirrosa. –Señorita Sakura- hicieron leves ademanes para que la chica les siguiera.

-Hump- sonrió complacida al ver cierta presencia todavía en la sala. –adiós Sasuke-kun- se acercó al chico y le besó en la mejilla. –nos veremos más tarde- le sonrió y siguió a las dos chicas, pero un leve tic apareció en la ceja del moreno.

-…Jiraya-san- llamó al mayor.

-Dígame-

-Las… las cosas de Sakura están en su coche, así que por favor encárguese de bajarlas y llevárselas a la habitación-

-Como ordene señorito- dio una reverencia y se retiro.

-Uff- suspiró con pesadez pasando su mano entre sus cabellos.

-Sasuke- llamó el peliplata.

-¿Uh? ¿Qué pasa Kakashi?- le levantó a ver y este le hizo una seña con la cabeza para que volteara a ver tras él, cosa que hizo y se encontró con la mirada de ira y decepción en la cara del rubio, la que además, estaba a punto de romper en llanto, con sus labios presionados fuertemente para evitar eso mismo.

-Naru— simplemente calló al ver la mirada que le daba el rubio.

-Felicidades- dijo con rabia. –vas a ser padre- dijo de igual manera para luego darse la vuelta y emprender su marcha. –ah- se detuvo y le volteó a ver. –y muchas gracias por avisármelo a tiempo y no dejar que siguiera cometiendo el papel de estúpido frente a ti y frente a todos los demás- dijo dolido, pero más que todo molesto. –muchas gracias… Joven Sasuke- dijo formal para luego dar una reverencia y salir de allí lo más rápido posible mientras Sasuke solo se maldecía internamente lo que estaba pasando, pero era una decisión que él había tomado y por más que le doliese a él o al rubio, no la cambiaría.



Ya que el cuidaría de ese niño costase lo que costase, y de paso, en esos momentos no eran precisamente los más adecuados para tratar de mediar con el rubio ya que por todo lo que acababa de pasar lo mínimo que haría sería terminar peleando, así que solo le daría su espacio al rubio y dejaría que las aguas se calmasen un poco.



-Kakashi, Tsunade-sama- llamó a los mayores sin voltearle a ver. –yo… estaré en mi habitación descansando un rato, así que… no quiero que me molesten hasta que el almuerzo esté listo-

-Entendido- dijeron ambos mayores.

-Y… Kakashi- le llamó. –te encargo lo que te pedí del traspaso de los papeles de la casa y… lo de las empresas estarán a tu cargo hasta que yo regrese, así que… encárgate tú de todo eso, no quiero saber nada de eso en estos momentos.- se encaminó a las escaleras.

-Ok, Sasuke-kun, como digas- y solo vio al menor asentir, quien luego se perdió en las escaleras.

-Uff- suspiró con pesadez la mujer.

-Bueno Tsunade-sama, es momento de que yo me vaya, cualquier cosa estaré llamando o ustedes llámenme si sucede algún inconveniente-

-Ok, no se preocupe Kakashi-san, le acompaño hasta la puerta.- le dijo haciéndole un ademán con la mano para que se acercase a la salida y el peliplata asintió y se encaminó a la salida siendo seguido por la mujer.



Ya cuando el almuerzo estuvo listo por fin, tanto Sasuke, como Sakura, Tsunade y Jiraya estaban sentados en la mesa, y como era de esperarse, Naruto no apareció por ningún lado, así que solo comieron en silencio y ya luego Sasuke fue hasta el establo, donde convenientemente Naruto se había ido hace unos minutos al pueblo a comprar nuevo forraje para los caballos, así que el solo ensilló a Altai y se fue a dar una vuelta para despejar su mente.



Unos días ya habían pasado desde que Sakura había llegado a la finca y al parecer no le había tomado mucho tiempo el adaptarse a que le sirvieran en todo lo que quería, incluso tenía total atención del azabache que por más caras que pusiera de detestarlo soportaba callado cada una de las tonterías que decía la chica sobre el bebé que venía en camino y de como lo pasarían juntos en un futuro, pero Sasuke más que prestarle atención solo la ignoraba y sus pensamientos vagaban en otro lugar, más específicamente en otra persona de cabellos rubios y ojos como el cielo, que parecía estarle evitando ya que por más veces que intentara encontrarle nunca coincidían, y eso era algo que el mismo se había buscado, así que… no le quedaría de otra que tragarse por segunda vez su orgullo y dar su brazo a torcer para ir a hablar con el rubio.



Era la hora del almuerzo y ya Sasuke se encontraba sentado esperando a la llegada de los demás para poder comenzar a comer, pero como era de esperarse la presencia de cierta personita todavía faltaba y él solo volteó a ver a Tsunade quien sabiendo la pregunta que se avecinaba solo negó con la cabeza.



-Uff- suspiró resignado para levantarse de la mesa.

-¿Sasuke?- preguntó la pelirrosa.

-Ustedes adelántense y empiecen a comer, ya regreso- fue lo único que dijo para emprender su partida hacia la cocina.

-Pero Sasuke- trató de alegar la chica pero este como era costumbre, solo la ignoró, mientras los mayores tal como el moreno dijo solo comenzaron a comer con la mayor de las tranquilidades.



******



-Jajaja, de verdad deberían haber ido- decía un animado rubio. –Lee se puso montar el toro mecánico gritando sobre el poder de la juventud, jajaja- se reía haciendo que los demás en la cocina también le siguiera en ritmo. –Jaja, y lo mejor fue que—

-Naruto- se escuchó la voz serena de Sasuke haciendo que el corazón del rubio se detuviera por unos segundos y todos quedaran en completo silencio.

-¿Si? Dígame que desea Sasuke-sama- le dijo cortés sin voltearle a ver.

-Sabes lo que quiero-

-…No señor, no tengo ni la más mínima idea- le volteó a ver y su mirada era severa.

-Uff… bueno, quiero que vayas a la mesa del comedor a comer con nosotros- dijo claramente.

-Umm… lo siento Sasuke-sama, pero… ese no es lugar para que un empleado como yo vaya a comer, mí lugar es acá en la cocina con los demás trabajadores- le dijo con algo de prepotencia en sus palabras.

-….- se cruzó de brazos a la altura del pecho algo disgustado por ese comentario, ya que Naruto era más, mucho más que un simple y corriente empleado, era la persona que él quería. –bueno, entonces dejo de lado la petición y la cambio por una orden- dijo severo y el rubio frunció el ceño y le enfrentó la mirada por unos segundos.

-…Lo lamento joven amo, pero temo que tendré que desobedecer su orden- se levantó de la mesa para así quedar frente a frente a Sasuke. –pero… no habrá milagro que me haga arrastrarme a esa mesa como el estúpido cornudo del lugar, y mucho menos a verle la cara de satisfacción a la Señorita Haruno, como tampoco voy a estar en un lugar en el cual detesto estar, y que no solo detesto estar, sino que me hace sentir realmente mal, solo porque a usted le de la gana, o porque a usted- recalcaba la formalidad. –quiera que yo coma en esa mesa sabiendo muy claramente que la señorita Haruno, que está esperando un hijo SUYO, y es su esposa o exesposa o como quiera llamarle, está sentada a un lado-

-…-

-Lo lamento mucho mi señor, pero yo si tengo dignidad, y algo muy importante que se llama orgullo, y no me rebajaré a estar como el nuevo jueguito del señor frente a los demás- decía más que severo. –así que, si quiere castígueme todo lo que quiera por haber desobedecido una orden suya, ¡hágalo!- le retó y el azabache solo se calló la boca sin decir nada. -pero yo no pienso acercarme a esa mesa ni aunque mi vida dependiera de ello- se cruzó de brazos. –así que discúlpeme por desobedecerle- dio una reverencia con la cabeza. –y permiso, me retiro a mi habitación- se dio la vuelta para encaminarse.

-…-

-¡Naru-chan!- le gritó la rubia. -¿Y la comida?-

-Lo siento Ino-oneesan, pero se me quitó el hambre y no quiero dañarles el almuerzo más de lo que ya lo he hecho- les sonrió un poco decaído y viendo a Sasuke por última vez, esta vez con decepción en su mirada, se volvió a dar la vuelta para encaminarse a su habitación e Ino solo le sostuvo la mirada al moreno quien entendió de inmediato que la chica no le decía sus cuatro cosas y le molía a golpes en ese mismo lugar solo porque él era el jefe y señor de la finca.

-…Entiendo, por favor disculpen mi interrupción, sigan con su comida.- dijo y se retiró de la cocina y se encaminó de nueva cuenta hasta la mesa donde todos le voltearon a ver y observaron el cambio en su actitud era un tanto malhumorada, mucho más de lo habitual.



Pero Sasuke solo se sentó ignorando por completo a las tres personas a su alrededor y tomó los utensilios para comenzar a comer, haciendo que los mayores también siguieran en lo suyo, pero ni bien cortó el primer pedazo de carne y lo fue a llevar a sus labios retiró la acción y dejó que el tenedor y el cuchillo impactaran toscamente contra el plato haciendo que todos le levantaran a ver.



-Sas— le fue a llamar la pelirrosa pero este se levantó corriendo la silla bruscamente y se encaminó a las escaleras sin decir palabra alguna haciendo que los dos mayores suspiraran y siguieran comiendo, pero Sakura volteara a ver por donde se había ido el azabache.



Un rato después Sasuke se encontraba en el balcón de su habitación afincado en el barandal y tomando un poco de aire pensando en tonterías, cuando ve la esbelta figura de cabellos rubios salir de la casa rumbo a los establos, así que sin pensarlo se adentró en la habitación y se puso su camisa para salir de la casa e ir al establo, donde una vez allí el rubio se sorprendió un poco al ver a Sasuke algo agitado con la camisa algo desaliñada y parado justo frente a él, y luego de salir un poco de su letargo al haber visto a Sasuke con la camisa algo abierta retomó su postura seria.



-¿Desea algo Sasuke-sama? ¿Piensa salir? ¿Desea que le ensille a Altai?- preguntó dejando el forraje que tenía en mano sobre una carretilla para así voltear a ver al moreno.

-….Hai- fue lo único que pudo decir.

-Ok, enseguida le tendré listo su caballo señor- dijo formal y dio una reverencia para acercarse al cobertizo de Altai y sacarlo para comenzar a ensillarlo.

-Uff, oe Naruto- le llamó y el rubio se tensó un poco por el tono tan suave que usó el azabache.

-¿Si? Dígame joven amo- se dio la vuelta para ver al azabache y dio un leve respingo al ver como Sasuke estaba justamente frente a él.

-Hump- sonrió un poco acercando su mano a la mejilla del rubio quien sin saber que hacer solo se quedó estático y disfrutó de unos segundo de esa pequeña calidez.

-Sasu… ke- dijo por lo bajo y el moreno sonrió aún más.

-¡¡Sasuke-kun!!- se escuchó una aguda voz entrando al establo haciendo que un leve tic apareciera en la ceja del moreno, esa mujer definitivamente era una piedra en el zapato, cuando de trataba de inoportunos ella se llevaba el premio mayor.

-Uff… dime Sakura- dijo con fastidio volteándole a ver mientras el rubio desviaba la mirada y seguía ensillando a Altai.

-No bueno, es que… llevo unos días acá y… todavía no he dado un paseo por los alrededores- se le acercó al moreno con lentitud. –y… bueno, quería ver si íbamos a dar un pequeño paseo nosotros dos solos.- acomodaba la camisa del azabache a quien parecía poco importarle lo que la chica estaba haciendo, pero al rubio se le crispaban más y más los nervios.

-Sakura, estás embarazada, no puedes montar a caballo para ir a dar un paseo, además, con las lluvias los senderos están enlodados y el monte está alto, sería muy peligroso ir en tu estado- le aclaraba cogiendo las manos de la chica para que dejaran de toquetearle ya que de verdad le molestaba.

-Oh vamos Sasuke, un paseo cortito no hará daño, además, el doctor me dijo que necesitaba aire fresco y que mejor forma de coger aire fresco que dando una pequeña cabalgata ¿ah?-

-Sakura—iba a negarse.

-Por favor Sasuke, solo esta vez ¿si?- pidió tan angelical e insistentemente que a Sasuke no le quedó de otra que rodear los ojos con pesadez y suspirar con resignación.

-Ok Sakura, será como tú digas, pero solo esta vez, y nos vendremos de inmediato ¿vale?-

-Ha-ii- sonrió y se aferró un poco al cuello del moreno a quien en leve tic le apareció en la ceja y tomó los brazos de Sakura para quitárselos de encima.

-Oye Dobe- volteó a ver al rubio quien le fulminó con la mirada tan agresivamente que hizo que Sasuke se lo pensara unos segundos antes de continuar. –yo… prepara a Estrella para—

-Oh Sasuke-kun, esa yegua vieja no por favor- se quejó la chica.

-¿Eh? ¿Y entonces que caballo se supone que quieres montan?- preguntó con algo de fastidio.

-Umm… bueno, veamos- miró a su alrededor  viendo a todos los caballos, cuando vio a uno que estaba al fondo del establo junto al forraje. –a ese- señaló al caballo de pelajes cobrizos.

-¿A cometa?- preguntó sin entender.

-Sip- dijo con una sonrisa.

-Sakura, ese es un caballo muy fuerte, mejor sería que te fueras en Estrella y—

-Pero yo quiero ese- dijo segura.

-Uff, Sakura, ese caballo es de Na—

-No se preocupe señorita Haruno, enseguida le prepararé el caballo- dijo el rubio y el moreno le miró desconcertado.

-Hai, gracias…- miró al rubio de arriba abajo. –espero que esté listo pronto- dijo con algo de prepotencia y superioridad.

-….Claro- dijo tratando de contener su rabia y un pequeño tic se apareció en su ceja.

-Bueno, estaré esperando afuera- sonrió y salió del establo.

-Oe Naru-

-…-

-Naru-

-…-

-Naruto-

-¿Dígame señor?- le volteó a ver acomodando la silla de Altai.

-Uff- suspiró con pesadez. -¿por qué lo hiciste? Ese es tu caballo, y no tiene nada que ver con los demás- decía sin comprender.

-…Bueno, tan sencillo como que usted dijo que siempre y cuando estuviese relacionado en trabajo cumpliéramos todas las órdenes de la señorita Haruno- decía con molestia. –así que si me disculpa- le entregó las riendas de Altai. –yo iré a ensillar a Cometa, así que con su permiso- dijo con evidente molestia y se acercó a ensillar a su caballo.

-Uff- suspiró y salió del establo con Altai mientras el rubio le montaba la silla a Cometa y le veía como salía del establo y una mueca de molestia se formaba en sus labios torcidos de mal humor para seguir en lo que hacía.

-Estúpido Sasuke- bufó por lo bajo para colocarle las riendas al caballo y sacarlo del establo y llevarlo hasta donde estaban los otros dos. –acá tiene Señorita- le entregó las riendas del caballo. –con su permiso, me retiro- dio una reverencia con la cabeza y se marchó todavía con la molestia a flor de piel, lo que causó que una pequeña sonrisita se formara en los labios de Sasuke, ya que a pesar de la molestia se notaban los pucheritos que hiso Naruto al entregarle las riendas de su caballo y lo celoso que estaba, ya que eso por más que quisiera no podía ocultarlo.

-Hump, vamos Sakura- se colocó al lado de la chica para ayudarle a subir al caballo y volverle a entregar las riendas. –y como ya dije una pequeña vuelta y nos regresamos ¿ok?- se montaba en su caballo.

-Hai- sonrió complacida y Sasuke rodeó los ojos viendo por últimas vez el establo donde se notó a cierto rubiecito viéndoles desde adentró, pero en lo que se dio cuenta que fue descubierto se dio la vuelta.

-Hump- volvió a sonreír y tomando las riendas de su caballo se encaminó siendo seguido por la chica.



******



-Hump, estúpido, estúpido Sasuke- refunfuñaba peinando la crin de uno de los caballos. –es un idiota- seguía diciendo y en eso entra alguien.

-Oe Naru-chan- dijo una rubia.

-¿Uh?- volteó a ver. -¿Qué pasa Ino-oneesan?-

-Bueno, Tsunade-sama quiere que vayas al huerto a por unas fresas para hacer el pastel de esta noche-

-…Ok, iré enseguida con Rallito a buscarlas-

-Umm… ok- dijo extrañada al no ver al caballo del rubio allí. –bueno, entonces nos vemos más tarde, tengo que ir a arreglar la cama de Cruela de Vil para que esté lista cuando regrese- dijo con pesar y el rubio rio por lo bajo. –adiós Naru- y salió del establo.

-Pff, hay dios Ino-oneesan jeje “Cruela de Vil” ¿eh? Jeje… umm… creo que le queda bien jeje- y ahora, un poco más relajado tomó las cosas y preparó al caballo que estaba acicalando y se fue a buscar las dichosas fresas que le pedía Tsunade.



*****



-Bueno, creo que con esto será suficiente- decía terminando de llenar una cesta con las fresas. –uff- se secó un poco el sudor y levantó su vista, pero en lo que lo hizo no encontró al caballo. -¿Eh? ¿Y Rallito?- dejó la cesta en el suelo y silbó para llamar al caballo pero este no regresaba. –amooo… ¿dónde se habrá metido Rallito? Hump, si no regreso en un rato a la casa de seguro y Tsunade-obaachan me guinda- y sin más opción solo suspiró y se puso a buscar al caballo por entre los alrededores.



En eso, encuentra al caballo comiendo grama por entre unos árboles.



-Ay Rallito, ¡al fin te encuentro!- se alegró al ver al caballo. –uff- se acercó al el. –vamos Rallito, tenemos que…- y su mirada se enfocó en el espacio frente a él, parecía una vieja pista de salto, aunque claro, estaba llena de monte y muy sucia, era una pista de entrenamiento de saltos, sin duda alguna un gran descubrimiento que hizo que una sonrisa se posara en sus labios. –jeje, vamos Rallito, tenemos que volver- y sin querer despegar su vista de la pista regreso hasta el huerto y recogió la cesta para dirigirse de nueva cuenta a la casa con una sonrisa por su hallazgo, pero la sonrisa no le duró mucho, ya que cuando estaba cerca de la casa una escena para nada agradable se la borró de un solo sopetón.



La escena tan fatídica que hizo que a Naruto le temblaran los labios de la rabia y la impotencia apretando con fuerza la riendas en sus manos, no era otra más que Sakura guindada fuertemente del cuello de Sasuke mientras este le cogía por la cintura y sus caras estaban muy cerca una de la otra, y aunque a pesar de estar a la distancia lo que hacían era claro, “un beso”, fue lo primero que pasó por la mente del rubio y de la impotencia y la rabia que sentía al saberse engañado de esa manera tan clara, una traicionera lágrima resbaló de sus enfurecidos ojos, la cual secó con brusquedad.



-Hump, si esto es lo que de verdad quieres, pues es lo que vas a tener Sasuke- y tomando con firmeza las riendas del caballo empezó a galopar hasta el establo donde una vez allí bajó con rapidez del caballo mientras veía como Sasuke todavía seguía cogiendo a Sakura de la cintura y le adentraba en la casa, pero antes de hacerlo la mirada tan intensa del rubio le hizo voltear y enfrentarse a esos fieros ojos que no tenían por ningún lado el rastro de esos bellos ojos zafiros de los que él se enamoró.



******



-¿Sasuke?- preguntó la chica llevando su mano a la mejilla del azabache para que así le prestara atención.

-¿Si?- le volteó a ver y la chica no le quitaba la vista de encima. –ok, mejor entremos- le dijo y miró al frente, y esta vez fue la chica quien volteó a ver hacia el rubio con una sonrisa plenamente de satisfacción, queriéndole decir una sola cosa: “Te gane, Sasuke sigue siendo mío”.

Cosa que crispó mucho más los nervios del rubio y se adentró en las caballerizas pateando así un pequeño balde que estaba cerca de la entrada, el cual fue a dar lejos, pero por el sonido metálico del balde de aluminio, todos los caballos se sobresaltaron y empezaron a relinchar.



-¡Ya! ¡Ya! ¡Cálmense! ¡Lo siento!- trató de calmarles a todos. -¡Joder! Hoy nada me sale bien- se quejó y se pasó la mano por la cara. –eres un estúpido Sasuke, esto no te lo voy a perdonar nunca- se pasaba los dedos por las orillas de sus ojos para evitar así que las lágrimas rodaran, ya que el no lloraría por un idiota como ese, ya que tal como le dijo él tenía orgullo, y eso era algo que por más que Sasuke fuera su jefe y le quisiera, no se lo iba a quitar, por lo menos esa sería la única cosa que no lograría quitarle jamás.




Amor Indomable. Capítulo 9.


Capítulo 9. La vida te da sorpresas. Sorpresas te da la vida.



En una cama individual se encontraba cierto rubio en sus ensoñados pensamientos, durmiendo tan plácidamente que casi ni pareciese que no había podido conciliar el sueño con anterioridad, incluso haciéndola parecer una idea descabellada que nunca pudiese suceder, pero el hecho era que si, Naruto había pasado gran parte de la noche con un mal sabor de boca y unos extraños pensamientos muy mortificantes rondando su cabeza, lo que le hacía imposible conciliar el sueño, hasta que su agotado cuerpo cayó presa del agotamiento y la fatiga de esos últimos días, dándole ahora el aire de un hermoso ángel que dormía plácidamente en su cama, mientras abrazaba una almohada y sus piernas eran entorcadas alrededor de la sábana, tan inocente y vulnerable sin percatarse que era observado, o mejor dicho, acechado por un chico de cabellera negra y ojos de igual color que se había adentrado con cautela a la habitación y con prudencia se acercó a la cama de su “presa” plácidamente durmiente.



En eso la inocente “victima” se encontraba saliendo muy lentamente de su letargo enroscándose aún más en las sábanas y torciendo su cuerpo levemente y de maneras muy extrañas para poder estirarse y desperezar su aun adormilado cuerpo cuando siente una leve presión sobre el mismo y unas frías manos empezar a colarse dentro de su camisa, así que se fregó un poco sus ojos para poder ver bien lo que acontecía a su alrededor y ver como un bulto estaba bajo la sábana y le acariciaba lentamente el abdomen erizándole la piel, y por unos minutos estuvo tentado a  darle una buena patada a la persona que estaba debajo de las sábanas acariciándole con tal libertad por haberle dejado esperando la noche anterior, ya que solo había una persona con tantos guaramos y cojones suficientes para entrar de esa manera tan atrevida a la cama de alguien más, y mucho más a la suya, sabiendo que la paliza sería monumental.



-Oe- decía erguido sobre sus antebrazos para conservar algo de vista sobre aquel bulto bajo la sábana. –¿sabes que no pude dormir bien por tú culpa?- preguntó algo molesto. –si no ibas a venir ¿para que me dijiste que te esperara?- preguntó pero el bulto sobre él solo se fue acercando más a su rostro sin salir todavía de debajo de la sábana. –oe- trató de llamarle la atención afincándose esta vez en sus manos para coger más altura.

-…-

-Oe, ¿Qué pasa?- preguntó viendo que ya el bulto estaba frente a frente de él, pero todavía con la sábana encima y con sus manos metidas dentro de la dormilona del rubio. -¿Sasuke?- preguntó sosteniéndose con una mano mientras que con  la otra tomaba la orilla de la sábana y la quitaba de un tirón quedando sus ojos como platos al ver a la persona sobre él. -¡Pero que dem— y no puedo terminar la frase ya que unos demandantes y seductores labios se había apoderado de los suyos callándole por completo haciendo que sus ojos se abrieran aún más y quedara totalmente estupefacto.

-Buenos días… Na-ru-chan- dijo con una sonrisa un tanto sarcástica lo que hizo que un tic apareciera en el ojo izquierdo del rubio y bajara su cabeza haciendo que su flequillo tapara sus ojos mientras un aura asesina le empezaba a rodear.

-Tuuu…- fue la única monosílaba que salió de sus labios con total resonancia y una agresividad casi demoniaca.



*******



-Y quiero que tengas listo todo esto para antes de las nueve- le decía la mujer rubia de ojos ámbar

-Ok, pero… ¿entonces los rumores si son verdad?- quiso saber la rubia menor de ojos azules.

-¿Cuáles rumores?- preguntó desconfiada.

-Bueno que—

-¡Buenos días!- llegó un alegre moreno junto a las dos mujeres con una sonrisa un tanto fingida estremeciéndole el cuerpo a las dos mujeres.

-Buenos días Sai-kun- saludó la mayor.

-Buenos días Sai- reiteró la menor y el joven solo sonrió jalando una de las manos de la chica. -¿Eh?-

-Toma- le dijo para luego colocarle una tela en la mano. -¡Nos vemos!- dijo presuroso para luego comenzar a correr.

-¿Eh?- las dos mujeres se miraron a la cara y miraron el pedazo de tela que luego de agarrarlo por una orilla lo medio estiró sorprendiéndose un montón al ver lo que era.

-¡¡SAI!! ¡¡PEDAZO DE MIERDA!! ¡¡VUELVE ACÁ EN ESTE PRESISO MOMENTO!!- se escuchó el rugir de cierto rubio que azotó la puerta al final del pasillo y comenzó a correr en la dirección que de seguro se había ido el moreno, pasando como una bala junto a las dos mujeres que se le quedaron viendo marcharse y otros entrépitos que se habían asomado desde la cocina al escuchar tremendo grito y muchos más insultos eran arrojados por los pasillos.

-Uff- suspiraron cansinas ambas mujeres con una gota de sudor resbalando por sus sienes, ya se les había olvidado que esos dos siempre se la pasaban como perros y gatos. –bueno, mejor vete a hacer lo que te dije- decía Tsunade con total resignación.

-Hai, como ordene Tsunade-sama- dijo la chica en igual de condiciones para luego emprender la marcha, no sin antes ver la prenda en sus manos, la cual le dio mucha risa al verla ya que eran los calzones del rubio. –Hump, un tigre nunca cambia sus rayas jaja- fue lo único que se dijo más que divertida mientras colocaba la prenda de ropa en la cesta de ropa que llevaba en su otra mano.



*******



Los gritos estruendosos de Naruto resonaban por toda la mansión, aunque todos parecían más que acostumbrados a estos que era sorprendente, incluso por los alrededores de la mansión y cerca del establo; habían estado corriendo sin control y Naruto solo vociferaba amenazas e insultos al moreno que le llevaba la delantera.



-¡Buenas días Jiraya-san!- saludó el moreno pasando junto al mayor con rapidez quien le volteó a ver por la carrera que llevaba.

-Buenos días Sai-kun- fue lo único que le dijo y regresó su vista al frente viendo como venía un presuroso Naruto.

-¡¡Ya verás cuando te alcance imbécil!!- rugía Naruto corriendo.

-Buenos días Naruto- le saludó pero este ni se inmutó ya que iba gritando sapos y culebras por la boca que ni se percató de la presencia del mayor en su faena de alcanzar al moreno. –uff- suspiró viendo como los dos chicos se alejaban con rapidez cerca de la pileta y como Sai había lanzado una de las sillas para que Naruto no lo alcanzase.

-¡Jiraya-san!- llamaba un muchacho a lo lejos. –necesitamos su ayuda- le dijo y el mayor se fue a paso calmado con el joven que le solicitaba.



******



-Y bueno, eso es lo que quiero que hagas- decía cierto azabache del otro lado del escritorio.

-¿Estás seguro Sasuke-kun?- preguntaba un hombre de cabellos plateados.

-Uff… la verdad no- dijo franco y el mayor solo sonrió. –pero… es lo que tengo que hacer- dijo seguro levantándose de su asiento y acercándose al mayor.

-Si bueno, si eso es lo que quieres hacer por mí no habrá— en eso se empezó a escuchar unos estruendos en la sala y unos gritos. -¿Eh? ¿Qué está pasando allá afuera?- preguntó el peli-plateado levantándose de su asiento y acercándose a la puerta.

-Pero—

-¡Sai! ¡Cabrón de mierda! ¡Ya veras cuando te ponga las manos encima!- se escuchó realmente un colérico grito.

-¡Esa es la voz de Naruto!- dijo más que sorprendido acercándose a la puerta con rapidez y abriéndola de golpe notando como la sala tenía los muebles corridos, y como el rubio estaba de uno de los costados de los muebles muy jadeante con lo que parecía ¿su dormilona?, así que buscando con la mirada, del otro lado de la sala, detrás de otro de los muebles moviéndose rápidamente como si fuera a emprender la carrera a cualquiera de los dos lados, un chico de cabellos negros y piel nívea, haciendo que el silencio reinara por unos segundos mientras ambos chicos recuperaban un poco al aliento.

-Narut—

-¡Sai hijo de tú mismísima tostada! ¡Engendro del demonio mal nacido!- rugía el rubio más que colérico sorprendiendo en sobremanera a Sasuke y a su acompañante que estaban en las puertas del estudio. -¡No claaaro! ¡Como el hijo del mismísimo Hades tenías que venir a joder mi vida desde tan de mañana no!- seguía gritando más que alterado desencajando cada vez más las mandíbulas de los mayores quienes les observaban.

-Jajaja… Como tú némesis se supone que tengo que hacerlo- decía con burla haciendo que los mayores le voltearan a ver desconcertados, si no es que no temía por su vida, ya que el rubio aunque quien sabe por qué estaban discutiendo tenía un aura asesina de que si le cortaban no echaba sangre.

-¡¡MI NÉMESIS Y UN CUERNOO!! ¡No eres más que un payaso desgraciado que no tiene nada bueno que hacer con su insulsa vida y viene a joder la de los demás! ¡CABRÓN!- le volvió a gritar.

-Jajajaja- el moreno solo reía.

-Eh… ¿Sasuke-kun?- le llamó el mayor.

-….¿Si?- dijo luego de unos segundo.

-¿Ese de allí es tú lindo, tierno e INOFENSIVO corderito?- preguntó sin salir de su asombro.

-…Uh-huh- fue lo único que dijo mientras veía como el rubio le lanzaba más insultos al moreno.

-¿Ese que está mentándole todo insulto posible a aquel chico con ganas de asesinarle?- preguntó para cerciorarse.

-Uh-huh- fue el único sonido que escapó de su garganta ante tanta sorpresa.

-Umm… suerte con ello- le puso la mano en el hombro dándole unas leves palmaditas.

-….-

-¡¡Joder!! ¡a la próxima anda a joder al monte! ¡y de paso te pierdes y no regresas más nunca!- gritaba más encolerizado el rubio.

-Oe Naruto, ya cálmate- trato de decir Sasuke.

-Ja-ja… tú lo que estás es picado porque te quite tus calzones y tú no pudiste hacer nada para evitarlo- dijo con orgullo de su gran hazaña haciendo que la cabeza de Sasuke se descolocara drásticamente y un aura aún más asesina se posara a su alrededor al ver como la cara de Naruto se había puesto de roja ante el comentario.

-¡Joder Sai! ¡Solo cállate y devuélvemelos!- decía un rubio más que avergonzado.

-Ja-ja ¡le quite los calzones a Naru! ¡Le quité los calzones a Naru! ¡Le quité los calzones a Naru!- canturreaba más que feliz haciendo que un fuerte tic apareciera en la ceja del azabache y su aura asesina se incrementara mucho más.

-¡Ya cállate y devuélvemelos!- rugió el rubio con sus mejillas cada vez más rojas.

-¡Jajaja! ¡Le quité los calzones a Naru-chan y lo beseee! ¡Le quité los calzones a Naru y lo beséeee!- le agregó un fatídica palabra a su canturreo haciendo que la sádica carcajada que se escapaba de sus labios se callara y sus manos empezaran a moverse como si tuviese el cuello del moreno ese entre sus dedos y lo estuviese masacrando y descuartizando, cosa que hubiese hecho sino es porque Kakashi le tomaba por los hombros impidiéndose que se moviera, ya que el aura que emanaba del menor no era para nada buena.

-¡¡CÁLLATE!!- gritó más que avergonzado saltando con agilidad el mueble para así poder llegar directamente hacia el moreno quien no paraba de reírse, tanto que hasta olvidó escaparse del ataque y el rubio se le lanzó encima haciendo que esta vez los dientes de Sasuke crujieran y su cabeza prácticamente empezara a moverse como la del exorcista al ver como Sai con mucha facilidad había intercambiado posiciones y ahora se situaba sobre el rubio quien reñía para que le soltara.

-Solo uno- dijo Sasuke sin cambiar la expresión.

-¿Eh?- preguntó el mayor.

-Solo uno Kakashi, déjame descuartizarle y desmembrarle uno a uno sus miembros para picarlos en pedacitos y dárselos de comer a los cocodrilos… solo uno- decía con su aura asesina a tope. –solo eso.-

-Uff- suspiró con pesadez, ya que si no hacía algo rápido sacar a Sasuke de la cárcel sería el menor de sus problemas, y lo que le llevaría trabajo sería lidiar con los papeleos para que alguien comprara una casa donde el anterior dueño descuartizo a un chico por celos.

-Jejeje…. Solo uno… solo uno y se lo doy de comer a los cocodrilos… jeje- reía traumáticamente el azabache, lo que de verdad asustó al mayor.

-<<Ok, eso si que da miedo, cuando se ríe así, será mejor que se preparen para una masacre>>- se decía el mayor mentalmente. -¡Oe chico!- llamó la atención de los dos jóvenes que ni habían reparado en la presencia de los dos mayores. -¡Si! ¡El de cabello negro!-

-¿Eh? ¿Yo?- preguntó confundido.

-Sa… ¡Sasuke!- dijo un sorprendido Naruto al ver como el aura asesina del azabache estaba que se desbordaba.

-¡Si, tú! ¡O sales de acá en este preciso momento o no podré asegurar que tus restos puedan ser sepultados como dios manda!- le advertía.

-¿Eh? ¿Por qué?- espetó.

-Bueno, porque amenos que quieras que tu cuerpo sea desmembrado y descuartizado con una motosierra, un hacha, un cuchillo, un papel o lo que sea que este chico- señalo a Sasuke- encuentre a primera instancia y luego se los de comer a los cocodrilos- tanto el moreno como el rubio tragaron grueso al imaginarse toda la escena. -te recomendaría que soltases a Naruto-kun ¡a la orden de ya! Y eso tómalo como lo más sencillo y humanamente misericordioso que te pueda pasar- le dijo y Sai nada más levantó sus manos en son de paz y se levantó del rubio con rapidez para irse a quien sabe donde, ya que lo mejor en esas circunstancias y viendo la cara de sádico y de asesino a sueldo que tenía el otro chico, lo mejor era hacerle caso al hombre ese y desaparecerse. –uff, las cosas que tengo que hacer como abogado- se decía con desgano para irse a sentar a uno de los sillones. –hump, se fue Itachi y todavía quedó otro psicópata que de paso es mucho más celó-pata que el primero, hump- se decía con desgano. –Necesito cobrar más- se decía a sí mismo y en eso el rubio solo se iba incorporando.

-O… oe Sasuke- llamaba el rubio acercándose al nombrado. -¿Sasuke?- preguntó no muy seguro ya que todavía sentía como el aura asesina emanaba del cuerpo del contrario. –Oe Sasuke, no te preocupes por Sai, él siempre es así- en eso el cuerpo de Sasuke se tensó un poco. –no hay que tomárselo enserio-

-…-

-Ya yo estoy tan acostumbrado que ni caso le hago- le dijo de lo más sincero.

-Uhhh… no debiste haber dicho eso- se escuchó la voz de Kakashi.

-¿Eh?- volteó a ver al mayor.

-No debiste decirlo- le aclaró el mayor sin levantarle a ver y en eso voltea a ver al azabache. -¿Sasuke? ¿Hola?- preguntó pasando su mano frente a la cara del azabache. -¡Sasuke!- agitó su mano frente a la cara del chico pero este parecía ido hasta que unos segundo después.

-Claro- dijo sereno y es cuando el cuerpo del mayor se eriza al escucharle la voz y le voltea a ver aterrado como si estuviese viendo al mismísima Tsunade cuando se molesta de verdad y solo queda correr por sus vidas. –tienes razón, no voy a preocuparme por eso y solo iré a dar un paseo- dijo tranquilo con una pequeña sonrisa haciendo que Kakashi se levantara del sillón con mucha cautela y fuera retrocediendo lenta, muuuuy lentamente.

-Oh… ya veo- sonrió al ver como lo estaba tomando el azabache, aunque no podía darse de cuenta del movimiento salva vidas que estaba efectuando Kakashi acercándose muy lentamente a la salida, ni mucho menos percatándose de que un Sasuke calmado era mucho peor que uno con el demonio a la vista, ya que así no sabrías cuando podría saltarte encima y sacarte los ojos y matarte con sus manos.

-Si, no te preocupes- palmeó la cabeza del rubio quien se desconcertó. –es más- se dio la vuelta. –creo que mejor iré de cacería-

-¿Eh?- preguntó el rubio desconcertado y ya a Kakashi solo le faltaban unos cuantos pasos para llegar a la puerta y emprender la huida, ya luego se encargaría de ver como sacar a Sasuke de la cárcel por asesinato, de seguro y si les hacía creer a los jueces que Sasuke estaba demente por lo menos arreglaría a que fuera a parar a una clínica psiquiátrica que mucha urgencia le hacía falta. Si, definitivamente eso es lo que haría, le adjudicaría demencia y trastornos de esquizofrenia y bipolaridad, con eso estaría hecho.

-Si, creo que Jiraya-san tiene un rifle de 12mm en el almacén, así que saldré a cazar-

-¿Sasuke?-

-Si, iré a cazar una espantosa sanguijuela que anda rondando lo que no es suyo-

-Sa… Sasuke- llamó el rubio entrando en cuenta de que ese estado era peor que el anterior.

-Si, definitivamente eso haré- seguía caminando.

-Oe Sasuke, espera- le llamaba el rubio.

-Bueno, ya yo me voy, iré preparando la entrada de Sasuke en el manicomio, así que solo avísenme cuando le mate para venir a por él-

-¿¡Qué!?- le volteó a ver el rubio viendo como el mayor ya estaba abriendo la puerta y cogía uno de los brazos del moreno para que fuera a ir matando gente a su antojo.

-Como oíste Naruto-kun, estaré contando contigo- le sonrió.

-Pe… pero…- por más que intentaba detenerlo el azabache le iba remolcando.

-<<Más vale digan aquí corrió un cobarde que aquí murió un estúpido, porque solo un tonto se quedaría a meterse en el camino de Sasuke-kun cuando está en ese estado>> Si, nos vemos- fue a salir y en eso se tropieza con alguien en la entrada. –Sa… Sakura-chan- dijo el mayor al ver a la chica frente a él.

-Muy buenos días Kakashi-san ¿ya se iba?- preguntó con una sonrisa.

-No, creo que ahora que tú llegaste podría quedarme un rato más- dijo cordial.

-Oh, tan elocuente como siempre Kakashi-san- sonrió.

-Adelante- se quitó del caminó y abrió mucho más la puerta para que la pelirrosa pasara.

-Gracias- sonrió y dio una leve reverencia con la cabeza para luego adentrarse en la casa y quedar paralizada al instante.

-De nada, de todas formas yo…- se quedó callado y con la palabra en la boca al ver la escena frente a él y solo alcanzó a ver de soslayo la cara de la pelirrosa que era de poco amigos ya que su sonrisa se había borrado por completo al ver tal escena.

-Cosf-cosf- carraspeó disimuladamente el mayor llevando una de sus manos a sus labios para que los otros dos que estaban enternecidos en lo suyo se dieran cuenta de la presencia haciendo que Naruto se sonrojara completamente y la cara de Sasuke conjunto con su ánimo se fuera al caño al ver a la pelos de chicle esa allí parada.

-Hump- bufó. -<<tan inoportuna como siempre>>- se dijo para sus adentros el azabache todavía sin soltar la cintura del rubio quien se movía levemente para tratar de zafarse del agarre.

-Vaya, vaya… veo que cuando el gato no está los ratones hacen fiesta- fue lo único que vociferó la chica con supremacía y cruzándose de brazos a la altura del pecho.

-Exacto- fue lo único que dijo Sasuke con una sonrisa arrogante dibujada en sus labios y la chica solo sonrío con hipocresía y obvia molestia.

-Yo… creo que lo mejor sería que pasáramos al estudio- aclaró Kakashi.

-Si, creo que tienes razón- dijo Sasuke con molestia soltando el agarre del rubio.

-Por mí no hay problema- dijo Sakura.

-Bueno, después de ti- dijo con obvia molestia y sarcasmo haciendo exagerados ademanes con sus manos para señalarle la puerta del estudio.

-Me salió caballeroso el hombre- fue su molesta respuesta para dejar que sus brazos cayeran libremente a cada lado de su cuerpo y encaminarse con gracia y porte hasta el estudio, haciendo que por el silencio que se había creado solo se escuchara el leve sonido de su tacón, donde sus esbeltas piernas se terminaban escondiendo bajo una corta falda que llegaba un poco más arriba de la mitad de sus muslos.

-Hump- bufó y rodeó los ojos con fastidio. –Kakashi- le llamó y el hombre se acercó también al estudio abriéndole la puerta a la pelirrosa para luego adentrarse junto a ella. –Uff- suspiró cansino. –Naruto- le volteó a ver.

-¿Si?-

-Tú… bueno, mejor hablamos después, anda a hacer tus cosas hablamos luego- le besó la frente.

-…Ok- dijo no muy seguro por la actitud que acababa de tomar el mayor.

-Uh-huh- fue lo único que exteriorizó y se acercó a la puerta del estudio. –por cierto- dijo antes de entrar. –dile a Tsunade-sama y Jiraya-san que vengan al estudio-

-Ok-

-Gracias- fue lo único que dijo para luego respirar hondo y suspirar con resignación y terminar por entrar al estudio, mientras Naruto se le había quedado viendo y con la inquietud de quien sería la mujer esa que entró al estudio, la verdad es que parecía muy elegante y bonita; pero sin pensárselo más fue a llamar a Tsunade y a Jiraya tal como le había pedido Sasuke.



******



Un rato después Naruto se encontraba ayudando a Ino a tender las sábanas en las cuerdas todavía pensativo en aquella mujer y en como se habían puesto los mayores cuando les dijo que esa mujer había llegado y estaba en el estudio, de verdad algo no le cuadraba.



-Oe Ino-oneesan- llamó el rubio quien cargaba la cesta con las sábanas limpias en sus manos mientras la chica iba tendiendo una.

-¿Si? ¿Qué pasa Naru-ototo?- preguntó con una pequeña sonrisa cogiendo otra sábana.

-Bueno… tú… llevas varios años viviendo acá en la finca ¿no?- preguntó.

-¿Eh? Si… ¿Por qué lo preguntas?- dijo confundida por la pregunta.

-Bueno, ¿tú ya has visto como es la esposa de Sasuke?- preguntó con su mirada baja.

-La… ¿la esposa del señorito?- preguntó aún más sorprendida de la pregunta.

-Uh-huh- asintió levantándola a ver.

-S-si… una vez que el señorito vino a arreglar lo de la remodelación del ala este de la mansión la señorita vino con él ¿por qué la pregunta?- preguntó confundida tendiendo la sábana.

-No bueno, solo que lo quería saber, ya que bueno me imagino que debe ser alguien de clase y muy bonita-

-¿Eh? ¿Naruto?- le miró sin comprender.

-Si, justo como la señora que llegó hace rato y se encerró con Sasuke, Kakashi-san, Tsunade-obaa-chan y ero-senin en el despacho- dijo con la mirada baja.

-¿Eh?-

-…-

-…Si bueno, era la esposa del señorito, vivía en un mundo donde la imagen lo es todo, pero… ¿por qué la pregunta tan repentina?- quiso saber, ya que bueno, la carita de su auto-proclamado ototo no le gustaba para nada.

-Si bueno, es que como ya te dije llegó una señora muy elegante y bonita y pues de cabellos rosados y pues… me puse a pensar que la diferencia de clases es grande y—

-¡Aguarda! ¡Aguarda!-

-¿Eh?-

-¿¡Dijiste cabellos rosados!?- preguntó algo alterada.

-Ha-hai-

-Oh dios- se tapó la boca y miró a ver hacia otro lado, ya que la única persona que sería capaz de teñirse el cabello con un color tan estridente sería… -Sakura-san- susurró por lo bajo.

-¿Uh?-

-…Naru- le volteó a ver con pesar. –esa… no la vi, pero por lo que me dices <<en especial por el color de pelo tan estridente>> estoy casi un 100% segura de que esa señora que viste es la exesposa del señorito- dijo con pesar.

-¿¡Qué!?-

-Hai-

-Pe… pero… ¿qué hace ella acá? Ya los papeles de divorció están firmados, ella no tiene nada que hacer acá- decía más para tratar de convencerse a sí mismo, ya que la idea de que esa mujer estuviera allí era sinceramente para volverse loco y dejar de dormir por las noches.

-Pues… yo…- la muchacha se veía muy contrariada.

-¿Ino-oneesan? ¿Qué pasa?- preguntó.

-…uff… Naru, hay algo que tengo que decirte-

-¿Uh? ¿Por qué esa cara?- preguntó sin comprender.

-Bueno, es que… esta mañana… Tsunade-sama me mandó a preparar una de las habitaciones de invitados-

-¿Eh?- preguntó sin comprender.

-Es que…. Lamento decirte esto pero… al parecer la Señorita Haruno viene a quedarse a vivir a la mansión por un tiempo-

-Q… ¿¡Qué!?- dijo casi en un hilo de voz.

-Si, yo arregle la habitación y… eso no es lo peor de todo.-

-¿Qué? ¿Hay más?- preguntó no muy seguro de querer seguir escuchando y la rubio asintió con pesar, eso que le diría a su lindo ototo-kun sería algo que podría destrozarle. –po… por favor Ino-oneesan, dilo de una vez- pidió el chico al ver el silencio de la chica.

-Es que… bueno, luego de que terminé de acomodar la habitación, estaba… estaba buscando a… Tsunade-sama y…- miraba hacia todos lados.

-Ino- pidió el rubio en un hilo de voz.

-Bueno, ella estaba hablando con Jiraya-sama y…-

-Por favor Ino, ¡ya! ¡dilo!-

-Uff… ok- miró directamente a los ojos del rubio que parecía que se le saldrían de la desesperación. –al parecer la Señorita Haruno tiene unas semanas de embarazo y… es muy probable que el hijo sea del Señorito- dijo sin darle más rodeos y en eso solo se escuchó el sonido del viento atravesando las cortinas y como la cesta con sábanas que tenía Naruto en sus manos calló al suelo, y solo quedaron unos minutos en silencio

-Naru-chan, yo—

-Uso- fue lo único que pudo alcanzar a decir el rubio e Ino cayó. –eso debe ser…- levantó su mirada llorosa a los ojos de su oneesan quien con pesar le negaba con la cabeza.

-¡Ino-chan! ¡Naruto-kun!- llamaba una castaña a lo lejos acercándose a ellos y una vez junto a ellos. -¡Oigan! ¡tengo rato buscándolos por todas partes!-

-Eh… lo lamento Tenten- se disculpó la rubia.

-Uff… oh bueno, de todas formas, Tsunade-sama mandó a que nos reuniéramos todos en la sala, al parecer el señorito quiere dar un anuncio muy importante y quiere que estemos todos los trabajadores presentes- dijo calmada sin saber lo que allí estaba pasando y el cuerpo del rubio solo se tensó y su corazón se oprimió con fuerza. -¿Eh? ¿Naruto-kun? ¿estás bien?- preguntó.

-…-

-Hai, Tenten-chan- le sonrió a la castaña. –tú adelántate que nosotros enseguida vamos- le aclaró la rubio.

-…Ok, conste que yo ya les avisé, así que a mí no me vengan a echar el muerto si Tsunade-sama se enoja- les dijo clara para irse corriendo dentro de la casa.

-…-

-Na… ¿Naru-chan?- le colocó una mano en el hombro.

-…Io…- dijo con su voz temblorosa. –mejor vamos- levantó su cara y  secó las traicioneras lágrimas que se resbalaron de sus ojos respirando hondo para calmarse y que no salieran más. –no hagamos esperar a Sas…. Al señorito- se corrigió y sin que a la chica le diera chance de articular palabra se encaminó a la dirección de la casa.

-Uff- suspiró con pesadez para luego darle alcance al rubio y caminar lentamente a su lado.